martes, 28 de febrero de 2017


Mensajepor redaccion_yz » 28 Feb 2017, 05:14 Opinión ND.

Artículo escrito por Gustavo Coronel, desde hace tiempo, escribe en forma didáctica donde nos da una enseñanza  en base  a términos sencillos, sobre la realidad de éste régimen comunista. Sus artículos son especiales, pero en este nos indica la verdadera guerra que libra y libraran los Venezolanos, para solventar tanta desidia, vagabundería, oprobio a que éstos faltos de sentido de historia, la tuvieron en sus manos, han sometido a éste pueblo. Aquí se refleja hasta donde llegan, que ya carcome el alma y llena bolsillos de gente, de quienes se esperaban otras actitudes ante un régimen que no sabe ni siquiera guardar la forma. Es desgarrador entender que la única vía con un objetivo, es la de ellos, los que han desbancado y hecho trizas a una Nación, un Estado. Es doloroso, la forma como nos pide tomar conciencia de lo duro, para generaciones futuras recomponer la Patria. Nuestros dirigentes no supieron lidiar con el adversario. Como bien lo da a entender solicita:   “...forzar a un enfrentamiento sincero con nuestra pavorosa realidad...” 
ADR.





" Envueltos en el fragor de las batallas olvidamos que la guerra es por el alma de Venezuela. La actitud de los venezolanos de hoy nos recuerda lo dicho a Luis XIV por el Duque de Villars, comandante de las fuerzas francesas contra las fuerzas inglesas en la batalla de Malplaquet, 1709: “Su Alteza: si Dios nos concede la gracia de perder otra batalla como esta, su Majestad puede dar por seguro que sus enemigos serán destruidos”. En esa batalla, “ganada” por el Duque de Marlboro, sus fuerzas perdieron 22000 hombres, contra las 12000 víctimas del ejército francés y este resultado hizo posible que se evitara la invasión inglesa a Francia. Esta “victoria” acabó con la carrera militar de Marlboro.

Tomemos un ejemplo del chavismo: La “victoria” en la batalla presidencial de 2012 obtenida por el difunto acabó con sus pretensiones de gobernar a perpetuidad en Venezuela. Esta victoria no solo arruinó las finanzas del país, al utilizar grandes sumas de dinero provenientes de la corrupción de Odebrecht y de los préstamos chinos para llevar a un enfermo a la presidencia, sino que las exigencias físicas de la campaña aceleraron la muerte del sátrapa. Las elecciones de 2012 fueron, para el chavismo. El equivalente de la batalla de Malplaquet para los ingleses. Allí se concretó la derrota definitiva del socialismo del siglo XXI.

Y ahora veamos un ejemplo de la oposición: 15 meses después de la euforia nacional derivada de la gran victoria popular que llevó al control de la Asamblea Nacional por las fuerzas de la democracia, los demócratas venezolanos estamos hoy en una situación de desbandada ante las fuerzas agresivas y gansteriles de la alianza entre los narco-generales de la Fuerza Armada y los cleptócratas de PDVSA. A pesar de tener el control de la Asamblea Nacional ello no ha servido de mucho ante las agresiones del gobierno y nuestra propia incompetencia opositora. La MUD se presenta hoy deshilachada, sin liderazgo, sin planes, sin voz, ante el atropello de un Tribunal Supremo de Justicia al mando de un asesino, sin que la Asamblea responda. Peor aún, algunos miembros de nuestro “ejército” hablan abiertamente de sentarse a negociar una tregua, una rendición, un acomodo con el enemigo.

Perdemos las batallas que creemos haber ganado o ganamos las que creíamos haber perdido, pero la realidad es que todos los venezolanos, opositores y chavistas, estamos asistiendo a la derrota de la Nación. Y muchos no son capaces de verlo. Los chavistas no lo pueden ver así porque hace tiempo consideran el saqueo a la Nación como su principal, casi único, objetivo. Creen estar ganando la guerra porque integran una oligarquía de dinero y de poder como nunca se había visto antes en nuestra historia. Los 600 malandros principales del régimen chavista han robado una suma que estimamos en unos $300.000 millones. Al hacerlo han arruinado material y espiritualmente al país porque la siembra de corrupción ha sido gigantesca. Por ello varias generaciones de venezolanos, chavistas o demócratas por igual, estarán condenados a chapotear en el mismo pantano de atraso, pobreza y desesperanza. La oligarquía chavista ha sacrificado el futuro de Venezuela en aras del disfrute de una breve etapa de poder y riquezas.

La noción de victoria que tienen los chavistas carece por completo cualquier de contenido ideológico. La pretensión de una revolución a favor de los pobres desapareció hace tiempo y se encuentra enterrada junto con la momia de la Montaña. Lo que existe hoy es una narco-estado en el cual los bolsillos de unos 600 malandros principales están a reventar mientras millones de venezolanos pobres son aún más pobres que antes. El componente ideológico de la llamada “revolución” está muerto y apenas le sobreviven bandas de ladrones, narcotraficantes y asesinos.

Nosotros, los demócratas, estamos convencidos de que ganaremos las sucesivas batallas por la democracia, pero tampoco nos hemos dado cuenta de que estamos perdiendo la guerra por al alma de Venezuela. Estos 18 años de indignidad colectiva han contaminado a millones de venezolanos, incluyendo a algunos que creíamos de los mejores. Aun cuando restituyamos la democracia y la libertad en Venezuela, el país continuará intensamente dañando por la corrupción, el embrutecimiento y degradación que se le han inyectado durante estos años. No podrá hablarse de haber ganado la guerra por el alma de Venezuela mientras haya venezolanos dispuestos a renunciar a estándares éticos y morales que deberían ser sagrados para satisfacer su agenda personal. No puede hablarse de victoria cuando gente que creíamos honorables y la cual aspira a jugar un papel importante en la Venezuela del futuro esté participando del despilfarro de los miles de millones de dólares del ingreso nacional. Esta gente, familias, empresarios, músicos, y políticos son culpables por su silencio e indiferencia y hasta participación activa en el saqueo nacional.

Al decir esto no pretendo sembrar desesperanza ni desmoralización, sino forzar a un enfrentamiento sincero con nuestra pavorosa realidad. Sin ese enfrentamiento no puede haber victoria posible en la guerra por el alma venezolana. El silencio y el engaño colectivo no pueden ser vías a la redención."

domingo, 1 de junio de 2014

IMPERDIBLE! Opositor se filtra en la tumba de Chávez y lo cuenta todo

VENE TODOS Registrado: 01 Jul 2008 Mensajes: 3131 Registrado: 01 Jul 2008 Mensajes: 3131 Publicado: Dom Jun. 01, 2014 6:03 am Título del mensaje: ¡IMPERDIBLE! Opositor se filtra en la tumba de Chávez y lo c IMPERDIBLE! Opositor se filtra en la tumba de Chávez y lo cuenta todo Luego de un par de semanas meditándolo, evaluando desde varios frentes el asunto (mi seguridad personal, lo prudente, el objetivo, los posibles resultados, la emocionalidad ajena y la propia, entre otros) decidí ir a visitar el Cuartel de la Montaña, Cuartel 4F o el Museo-Mausoleo de Chávez en la Planicie del 23 de Enero en Caracas; experiencia que resultó ser muy peculiar desde la planificación hasta su inicio, misma que arranca en la Estación del Metro de Agua Salud, por la salida del 23 de Enero. Luego de tomar una camionetica que dice “Cuartel” despega la montaña rusa, sobre todo para alguien que tiene más de una década de mudado de esta ciudad; miraba a cada persona que ingresaba a la unidad o cada uno de los que se movía dentro de ella como el protagonista del “quieto, esto es un atraco”. Pero nada podía frenarme en el objetivo: tocar de cerca una parte de Venezuela que me resultaba ajena, luego de mi vista, me resulta aún más extraña. El cerro inicia su elevación mucho antes de llegar a ese sitio, pues a lo largo de todas las paredes del 23 de Enero puedes ir viendo murales que te meten como en un túnel paralelo, pues reflejan admiración, devoción y culto por Carlos Marx, Gadafi, Marulanda, Lina Ron, Fidel Castro, Che Guevara, Colectivo Alexis Vive, Religión Yoruba, Tupamaros, ESLN, FARC, Carlos El Chacal, hasta una curiosa imagen de la Virgen María con un FAL (o un AK41, no sé de eso) entre otros, amén de los miles de murales que reflejan la adoración al “Comandante Supremo”, término este que están tratando de imponer para permitir que Chávez tenga su equivalente de “Padre de la Patria” que se le adjudica a Bolívar, pero tienen problemas comunicacionales y estratégicos asociados, supongo en parte, a la euforia y la cercanía del evento, pues algunos lo llaman Comandante Eterno, Comandante Máximo, Máximo Líder y otros más osados, entre ellos un alcalde, lo han querido tildar hasta de Comandante de la Galaxia o el Universo, no recuerdo exactamente el término que usó en su desvarío adulante (para no utilizar la palabra correcta que es jalabola). La antesala a la subidita de cemento que conduce al nuevo templo capitalino tienes tres elementos de gran resalte, una escultura cilíndrica muy alta (calculo unos 20 metros) parecida a un obelisco elaborada en metal rústico y con un mensaje alusivo a la supuesta gesta heroica que protagonizó el señor en cuestión (como hecho arquitectónico y artístico es de mediano triunfo), la otra es la famosa capilla “Santo Hugo Chávez”, que en realidad es un pequeño espacio que acondicionó algún trasnochado que no ocupa más de 6 o 7 metros cuadrados (2mts x 3mts aprox.) pero que los medios, ahora militantes sin remedio de una opción u otra, quisieron hacer ver que se trataba de una construcción significativa; les puedo decir que yo he visto cosas similares en su fondo, no exactas en la forma, en el Zulia con alusión a Manuel Rosales y en otras partes con CAP y Caldera, y más recientemente con Capriles Radonski, eso es parte del balurdismo venezolano, no es monopolio ni exclusivo de los devotos del Santo Guerrillero del Siglo XXI. Por último, para mi cautelosa mirada, un módulo de Barrio Adentro enclavado en un lugar de privilegio y que pudiera darle sostén, argumento y evidencia de revolución a este recinto cuasi litúrgico, pero ¿saben qué? ¡Estaba fuera de funcionamiento! Eso resume este gobierno: es pura nomenclatura, nada de eficiencia. Pasados estos minutos abajo me dispongo a subir, te reciben caminatas de gente bajando y subiendo, casi todos vestidos como cuando uno va a la procesión del Nazareno, pero aquí no es el morado el color de rigor, sino el rojo rojito. Ya cuando se aplana la subida te encuentras con unas barandas de metal para organizar la cola y efectivos militares en más cantidad que el polen están allí dispuestos y viene mi primer shock nervioso: Coros de niños (infantes en sus primeros estadios escolares, ninguno llegaba a 10 años) organizados por varias escuelas de la zona vienen a ocupar su turno para cantarte al Rey. Mis prácticas de Yoga y de Meditación Ishaya fueron altamente útiles en estos devastadores y escatológicos momentos, pues esto lo había vivido hace unas décadas en una visita que hice a Cuba, pero me faltaba mucha imaginación para reproducirlo aquí, en lo que yo creía era mi país. Entrar al recinto es igual que ir a un banco nuestro: coleados, pisotones, falta de coordinación y el acostumbrado tráfico de influencias que permite que algunos entren con solo “chapear”, un dulcito para los milicianos o si los abultados senos generan placer en los jóvenes de la entrada tu posición en la cola es superada; incluso yo tuve que afortunadamente infiltrarme en una delegación de cubanos que no estaban disfrazados del color de la pasión (o la muerte) para evitar ser visto como un curioso escuálido, pues me dio la sensación al llegar que estaba de arrocero por mi vestimenta tan cotidiana y fuera del orden. Ya adentro, muy amables los muchachos vestidos de caqui militar te dan un abanico de cartulina con propaganda del Ministerio de Turismo, que me fue muy útil pues fue allí donde anoté los datos gruesos para no olvidar los hitos fundamentales de mi visita. Te asignan un guía que habla como los niñitos que cuentan las historias de los castillos de Margarita y te repiten como estribillo en cada oración “nuestro Comandante Supremo”, esos si tienen claro el guión. Pasas frente a la “Plaza del Eterno Retorno” que supongo que está allí como señal de que Chávez también va a resucitar de entre los muertos, pues si Jesucristo pudo, por qué él no?. Frente a esta plaza esta un cañón asomado en una pequeña loma que apunta al Palacio de Miraflores y que cada día puntualmente a las 4 y 25 pm dispone un disparo de salva para honrar la hora en la que este neo prócer expiró. Tuve la suerte de estar en el cambio de guardia que se realiza cada dos horas, y es un espectáculo propio de la parafernalia militar: pomposo, estrafalario y que lo único de lo que da cuenta es que los chamos en esas casas militares aprenden es a bailar, pero ellos le llaman marcha, orden cerrado, orden militar o no sé que otro término castrense le asignan, pero no le veo mucha diferencia con una bailoterapia. De allí vamos a donde está el hombre, al centro del meollo, la caja de mármol con base tipo flor diseñada por Fruto Vivas que guarda con celo vigilante de seis hombres (a veces cuatro) vestidos a lo Campo de Carabobo y viene mi segundo shock nervioso: la gente empieza a desmayarse frente al nuevo Jesús de Sabaneta, del grupo de treinta aproximadamente que podía ver frente a nosotros, y los treinta hermanos cubanos que me acompañaban en mi grupo, perdieron el control de sus piernas, de su respiración y supongo que de sus esfínteres también tres de ellos. Pero luego, afortunadamente este drama se rompe intempestivamente y viene la escena “Tómame una foto pal face!”, todos armados con BlackBerry, Iphone, Tablets y los que menos con su Nokia o Vergatario que también echa fotos. La escena no dista mucho de pasearse por el Museo de Cera para retratarse con su ídolo, pero en este caso no está paradito Mel Gibson o Cristina Aguilera, sino acostadito y tapado el líder que acuñó la frase “Ustedes son Chávez”, lo que da la idea entonces de estarse tomando una foto tipo carné. El tercer impacto o accidente nervioso me visita en la “Capilla Hugo Chávez”, que dentro del recinto asemeja a las capillitas de las clínicas, en donde los familiares y amigos de los enfermos rezan por la salud de sus afectos, pero en este caso es para venerarlo, rendirle los respetos y, supongo que algún avispado le pedirá un favor desde el más allá (salir en la lotería de la Misión Vivienda o en el Sicad p.e.). Tiene banquetas largas típicas con el espacio y la madera para arrodillarse, dos imágenes grandes del “Comandante Supremo” en los lugares en donde comúnmente irían la de Dios y la Virgen, debes quitarte las gorras o cosas de la cabeza como dice el Padre Julio de mi parroquia y los militares que nos hacen ingresar se persignan, con lo que los demás también lo hacen, total, es la iglesia del Todopoderoso. Salimos de allí rumbo a las galerías de fotos y en ese lugar me sobreviene de nuevo otra embolia emocional, las imágenes, muy bien seleccionadas, abultadas en contexto y sumamente grandes (les preciso que ese recinto es como un castillo, por lo que sus techos son muy altos) hacen llorar a otro grupo de sensibles fanáticos, era como recordar a los italianos cuando Roberto Biaggo, siendo su estrella, falló ese penalti inolvidable que los descalifico. Una foto en particular sacó la manguera de lágrimas de un grupo grande de fieles: la imagen de Chávez de espalda en octubre pasado sobren una tarima cuando ya se sabía de su triunfo, en donde se evidenciaba una copiosa lluvia, y muchas dijeron “El allí ya estaba delicadito, por qué se mojó coño, a lo mejor todavía estuviera vivo si no hubiese agarrado ese sereno…” Ya para este momento mis ganas de correr no eran normales, necesitaba volver a la realidad, pero irme fuera del grupo, como haciendo un desaire a lo poco que faltaba era imprudente pues podía quedar al descubierto en ese territorio hostil para cualquier hereje de la derecha, centro, sur o norte. Entonces me calé los últimos relatos del niño del mar, no, me equivoco, del guía miliciano que nos atendió (me disculpo por el error intencionado) y luego calmadamente me fui en cambote. Necesitaba tomarme un Adalat© Espiritual, pues estaba cerca de un infarto emocional, y tomé mi retorno pensando: Este Cristo llanero también dejó a sus doce apóstoles, es casi la suma exacta de su grupo visible de exterminio, ese que tiene como misión terminar de acabar con todo vestigio de la Venezuela que yo conocí, para convertirla en un nuevo país del cual me siento extranjero. No conocí en mi visita a China la tumba de Mao, pues estaba muy lejos de Hang Chou, la ciudad que me alojó, ni conozco Rusia y la tumba de Lenin, pero conocí la tumba de Hugo Rafael Chávez Frías, el tipo que me dejó sin nacionalidad. Richard J. Vargas (con cédula de venezolano vencida)

domingo, 20 de abril de 2014

Como conquistó Cuba a Venezuela ' Moisés Naim 19 Abr 2014 El País

Cómo conquistó Cuba a Venezuela? La respuesta es Hugo Chávez. Dejar entrar a los cubanos fue la expresión de su poder absoluto Moisés Naím 19 ABR 2014 - 21:36 CET El País La enorme influencia que Cuba ha logrado ejercer en Venezuela es uno de los acontecimientos geopolíticos más sorprendentes y menos comprendidos del siglo XXI. Venezuela es nueve veces más grande que Cuba, tiene el triple de población y su economía es cuatro veces mayor. El país alberga las principales reservas de petróleo del mundo. Sin embargo, algunas funciones cruciales del Estado venezolano o han sido delegadas a funcionarios cubanos o son directamente controladas por La Habana. Y esto, el régimen cubano lo conquistó sin un solo disparo. Los motivos de Cuba son obvios. La ayuda venezolana es indispensable para evitar que su economía colapse. Tener un gobierno en Caracas que mantenga dicha ayuda es un objetivo vital del Estado cubano. Y Cuba lleva décadas acumulando experiencia, conocimientos y contactos que le permiten operar internacionalmente con gran eficacia y, cuando es necesario, de manera casi invisible. Desde su inicio en 1959, una prioridad de la política exterior del régimen cubano ha sido la creación de vastas redes de apoyo a su causa. Sus servicios de espionaje, su diplomacia, propaganda, ayuda humanitaria, intercambios juveniles, académicos y culturales, y el apoyo en otros países a ONG, intelectuales, periodistas, medios de comunicación y grupos políticos afines han sido pilares básicos de su estrategia internacional. Esto lo hacen todos los países, pero pocos han tenido la necesidad de darle tanta prioridad y durante tanto tiempo como Cuba. La supervivencia económica y política del régimen ha dependido de su éxito en tener aliados en otros países que, a su vez, puedan influir sobre sus gobiernos en apoyo a la isla. En Venezuela esto no fue necesario, ya que logró penetrar directamente en el Gobierno. El hecho indiscutible es que Cuba tiene tanto la necesidad vital como la experiencia y las instituciones para moldear las decisiones de su rico vecino petrolero. Es bien conocida la enorme ayuda petrolera que recibe la isla desde Venezuela. También las inversiones y el apoyo financiero. Parte creciente de las importaciones de Venezuela se canalizan a través de empresas cubanas. Hace poco se reveló la existencia de un enorme depósito de medicamentos caducados recientemente, que habían sido importados por una empresa cubana: medicinas supuestamente adquiridas en el mercado internacional a precio de saldo, y revendidas a precio regular al Gobierno de Caracas. La relación va más allá de subsidios y ventajosas oportunidades de negocios para la élite cubana. Como ha documentado Cristina Marcano, una periodista que ha investigado ampliamente este tema, funcionarios cubanos controlan las notarías públicas y los registros civiles de Venezuela. También supervisan los sistemas informáticos de la presidencia, ministerios, programas sociales, policía y servicios de seguridad, así como la petrolera estatal PDVSA. Y luego está la cooperación militar. El ministro de Defensa de un país latinoamericano me contó lo siguiente: “En una reunión con oficiales de alto rango de Venezuela, llegamos a varios acuerdos de cooperación y otros asuntos. Entonces tres asesores, con inconfundible acento cubano, se incorporaron a la reunión y se dedicaron a cambiar todo lo que habíamos acordado. Los generales venezolanos estaban avergonzados, pero no dijeron una palabra. Estaba claro que los cubanos llevaban la batuta”. Cuba paga todo esto con personal y “servicios”. Venezuela recibe de Cuba médicos y enfermeras, entrenadores deportivos, burócratas, personal de seguridad, milicias y grupos paramilitares. “Tenemos más de 30.000 cederristas en Venezuela”, se jactaba en 2007 Juan José Rabilero, en esa época coordinador de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) de Cuba. ¿Por qué el Gobierno venezolano permitió esta intervención extranjera tan abusiva? La respuesta es Hugo Chávez. Durante sus 14 años en la presidencia, disfrutó de un poder absoluto gracias al control que ejercía sobre cada una de las instituciones que podrían haberle impuesto límites o exigido transparencia, ya fueran los tribunales o la asamblea legislativa. También dispuso a su antojo de los ingresos petroleros de Venezuela. Dejar entrar a los cubanos fue una de las expresiones más contundentes de ese poder absoluto. Chávez tenía muchas razones para arrojarse a los brazos de Fidel Castro. Lo admiraba, y sentía por él un profundo afecto y confianza. Fidel se convirtió en su asesor personal, mentor político y guía geoestratégico. Castro alimentó además la convicción de Chávez de que sus muchos enemigos —sobre todo Estados Unidos y las élites locales— querían liquidarlo, y que no podía esperar de sus fuerzas de seguridad la protección que necesitaba. En cambio, los cubanos sí eran confiables. Cuba también proporcionó toda una engrasada red de activistas, ONG y propagandistas que apoyaron la revolución bolivariana en el extranjero. Chávez también se quejaba públicamente de la ineptitud de sus altos funcionarios. En esto, también Cuba le ayudó, dotándolo de funcionarios con experiencia en el manejo de un Estado cada vez más centralizado. El alcance de la entrega de Chávez a La Habana lo ilustra dramáticamente la forma en la que manejó el cáncer que acabaría con su vida: confió solo en los médicos que Castro le recomendó, y se trató la mayor parte del tiempo en La Habana, bajo un manto de secretismo. El sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, ha profundizado aún más la dependencia venezolana de La Habana. Ante las protestas estudiantiles contra un régimen cada vez más autoritario, el Gobierno ha respondido con una represión brutal, que cuenta con los instrumentos y las tácticas perfeccionadas por el Estado policial que controla Cuba desde hace demasiado tiempo. Sígame en @moisesnaim

martes, 1 de abril de 2014

EL ODIO .Por: María Alesia Sosa

Por: María Alesia Sosa Esta mañana me dispuse a hacer un reportaje de la tarjeta electrónica. Es la noticia del día. La tarjeta empieza a funcionar mañana, hoy tomaban las huellas para que la gente haga sus compras. Reconozco que fui con algo de prejuicio, porque el carácter cubano de este Gobierno obliga a que mi cerebro relacione esta nueva tarjeta con la tarjeta de racionamiento cubana. Pero mi deber es investigar, ver cómo empezó la cosa, cómo está funcionando. A primera hora de la mañana entrevisté al economista Asdrúbal Oliveros, quien en su declaración para mi reportaje, le da un voto de confianza a este nuevo sistema porque en otros países ha sido positivo. Yo decido dárselo también, y mi prejuicio entonces se reduce. Lo cual me alegra, porque no puedo olvidarme que soy periodista. Insisto, mi deber es investigar. Planeo ir a varios mercados del Gobierno, para ver cómo avanza el sistema. Camino hacia el Bicentenario. Recorro los pasillos. No hay colas, no hay demasiada gente, ni demasiados productos. Había aceite, pensé comprar, pero primero debía grabar y entrevistar. No advierto movimiento de la tarjeta. No veo ningún stand donde tomen la huella. La gente tampoco parece estar enterada de lo que el Diario Vea anunciaba en un titular de hoy: “Gran registro del Plan Abastecimiento Seguro”. Grabo algunas tomas de los anaqueles, el de lentejas lleno, el de harina vacío, en las oxidadas neveras de carne quedaban algunos paquetes. Había cereal, pero leche no. Sigo grabando. Las tomas no son bonitas, son el reflejo de un sitio en decadencia, de las sobras de cualquier cosa. Son pasillos de resignación y conformismo. Grabo un poco más. Grabo la presencia de militares. Al fin y al cabo es raro ver militares en un mercado. Le pregunto a uno de los empleados de camisa roja, que donde es que están tomando la huella para la tarjeta electrónica. No tiene idea de lo que le hablo. Voy entonces a las cajas y hago una toma de la gente pagando. Era la última toma. Después el plan era entrevistar a los encargados sobre la tarjeta y que el supervisor, gerente o militar, supongo, me dijera en qué consistía el sistema. Pero no pude. Mientras grababa la caja, uno de los empleados de camisa roja se me viene encima, me empuja la cámara. —¿Qué me estás grabando tú? ¡Me estás grabando la cara con dinero en la mano! ¡Me vienes a robar! Nunca tan arbitrariamente me habían llamado ladrona. No entiendo el odio. —¡MILICIA! ¡MILICIAAA! ¡Venga acá milicia! ¡Esta tipa me está grabando con dinero en la mano para robarme! Le dije: “¿Disculpa?”. No me dio tiempo a hacer más preguntas. Ya estaba rodeada de militares, cuya labor era intimidarme. También me rodearon empleados de camisa roja. El “milicia” encargado me obligó a que le diera la cámara. — No te voy a dar la cámara, porque en ese caso me estarías robando tú a mí. — Me das la cámara, tú no puedes venir a grabar aquí así. Lo que más me impresiona es que él considerara una amenaza las tomas de un anaquel ¿Tan mal veía él su mercado? ¿Entonces él sí es sensible a la escasez, al deterioro? Por eso, le dije: —¿A qué le tienes miedo? No contestó. Rodeada de varios verde oliva y empleados de camisa roja, comenzaron a gritarme: “Que entregue la cámara”, “Que borre el material”, “Estás conspirando contra la revolución”. Se unieron algunos clientes, nadie para defenderme. Esas órdenes después se convirtieron en insultos: “Cabeza de huevo”, “maldita puta”, “No eres periodista”. Nadie me defendió. —Te vienes adentro conmigo— me dijo el militar. —No me voy a un cuarto con usted, usted no me manda, y yo no lo conozco. —¡Tranquila, yo no tengo tan mal gusto!, me contestó con asco y odio. Cuando comprendió que nunca iba a entregarle la cámara, me dijo que tenía que borrar todo lo que había grabado. Sólo así podía irme, o “me llevaba presa”. Presa por grabar en un mercado. Me lo repito y no lo digiero. Lo consiguieron. Borraron todo mi material. Pero sobre todo, consiguieron sacar de ellos mismos, el odio desmedido para el que han sido entrenados. Por un momento, me pregunté cómo habían sabido que yo no era de su equipo. Nunca saqué un carnet, no hice preguntas incómodas, no hubo tiempo. Me odiaron por mi cara y por mi cámara. Les pareció, a todos, que ese no era mi territorio, que yo no tengo derecho a pertenecer ahí, ni a comprar aceite, ni a grabar. Me dejaron ir. Pero sin las tomas de los pasillos de resignación y conformismo, sin las tomas de anaqueles vacíos, y las de militares en un mercado. Apenas puse un pie fuera de ese país desconocido, mi rabia se convirtió en llanto. No por no poder hacer mi trabajo, no por el reportaje, no por las tomas, ni por la cámara, no por el acoso a los periodistas que ya es costumbre. No podía contener el llanto, por el odio exacerbado que me tienen sin saber ni siquiera quién soy. Porque me detestan sin saber si trabajo en un orfanato cuidando niños, o mato gente todas las noches. No importa. Me odian. Y yo odio que me odien. No sé si el Plan Abastecimiento Seguro o la tarjeta electrónica funcionará, lo que sí se que funcionó es el odio que han sembrado hacia los que no piensan igual. El trabajo es detestar al otro, la misión es aniquilarlo, la meta es que nos odiemos aunque no haya razón. Y eso termina destruyendo de tristeza, de impotencia y de desesperanza al odiado. No sé cómo se va arreglar la economía, ni la política, pero, mejor nos preocupamos por otra cosa: el problema más grave que tiene Venezuela y más difícil de solucionar es el odio sembrado. Ya tiene demasiadas raíces y apenas estamos recibiendo la primera cosecha. Caracas, 31 de marzo de 2014. @MariaAlesiaSosa ________________________________________

domingo, 16 de marzo de 2014

LOS MOTORIZADOS

Los Motorizados, en su esencia, son una fuerza de trabajo, son una parte del quehacer diario, que serían de muchas oficinas que requieren de la inmediatez para ser eficientes, si no fuera por esa corriente de trabajo, se la verían mal para poder cumplir entregas: medicinas, repuestos, correspondencias, informes , citaciones, etc.etc. Un sin fin de actividades que se logran, gracias al trabajo tesonero, digno y responsable de ésta parte del árbol de la economía que son los motorizados. Por motivos de salud estoy en la Capital, Caracas, y por motivo de salud he tenido que ayudar a mi hija a conducir su vehículo, ya que por un accidente se fracturo el antebrazo, entre llevar a mi pequeña nieta al colegio, ubicado en sector de conflicto y llevar a mi hija, quien imparte sus conocimientos en la Facultad de Humanidades, Escuela de Psicología, en nuestra muy ilustre Universidad Central de Venezuela ( UCV ), esto me hace conocer un poco más las calles de Caracas, se me paso por alto decir, que mi residencia es Valencia, en donde vivo desde hace tiempo, procedo de un pueblo andino que parió un Cy Young, a una Valencia a quien le debo mis tres hijas y dos de mis siete nietos y a innumerables amigos que a través de los años y el trabajo que ejerzo, a Dios Gracias, hoy tengo y los disfruto, una Valencia que últimamente se ha visto convulsionada, como muchas ciudades de nuestra querida Venezuela, siento por mi hija, mi nieta y por mis amigos no haber estado en éstos días anteriores y poder haber vivido in situ las angustias que ellos han pasado, pero su comprensión y amistad me apoyaron a seguir mi tratamiento en Caracas. De regreso a la Capital, y como decía, he conocido mas las calles de ésta urbe bella en su sentimiento, como la del Venezolano, pero un desastre en los métodos y procedimientos, la anarquía reina, me atrevo a decir que dentro del caos existe el caos organizado. Le decía a mi hija, en una de esas mañanas, que la llevaba a ese centro de enseñanza, que es el orgullo de muchos, protegida por la UNESCO, crisol de sabiduría, no saben cuan orgulloso me siento llevarla y saber que está en la máxima Casa de Estudio, por donde han dejado sus pestañas tantas y tantos estudiantes valiosos a éste país, con sus diferencias de criterios, pero justamente esa es la función del alma mater, en días pasados estacione el vehículo de mi hija en el estacionamiento para profesores, cuando voy a pagar el vigilante, en una forma amable pero muy socarrona me pregunta: entonces el señor es profesor de que facultad ? No, no lo soy este es el vehículo de mi hija ella es la Profesora, y vengo a buscarla, notara que tiene la etiqueta de Profesor de la UCV en el parabrisas?, si adelante. En ese momento sentí que la camisa me quedaba estrecha a nivel del pecho. El comentario a mi hija vino porque veía la cantidad de motorizados que una forma intimidante te pasaban por ambos lados del vehículo, en una forma desordenada, nada cónsona con un deseo de ser parte de ese engranaje a la economía que deben ser, y recordé en ese momento que alguien tuvo la ingeniosa idea, pero con muy mala vista de aplicación, de hablar o proyectar y hacer una ley que regulara el ejercicio del transporte a nivel de motorizado, craso error, como se le ocurrió a éste personaje o a esta persona regular dicha actividad, no, eso es como decimos coloquialmente “ caca” no se puede y lo bravo del asunto es que no se pudo, no me consta, pero me dicen que hicieron una gran concentración de motorizados, como para que vieran la cantidad de fuerza con que cuentan en individuos y en cilindradas, total que los dejaron como una parte mas del caos organizado. Aquí me da una reflexión ellos como grupo importante del engranaje deberían de seleccionarse, cuidarse y lo más importante darse el puesto que con justa realidad les pertenece. Pero cuando uno ve, y lo coloco en comillas : “ motorizados” armados, intimidando a la sociedad y haciendo uso de su “ respuesta rápida” para llevar la violencia, no, ellos nos son motorizados, son las gárgolas de un gobierno que permite y aúpa semejante actuación, como aquellos que aprovechándose del estado de angustia en que se vive, que van haciendo piruetas entre los carros, que te pasan por ambos lados, que ya a uno no le alcanzan los 180° de visión para saber por donde vienen, a esos que aprovechan la rapidez de sus cilindros para cometer robos en las colas, esos no son motorizados , a ellos son los que ellos mismos deben execrar ahí si vale un colectivo de MOTORIZADOS, y no como los dos que hace dos días en plena avenida, en una cola, le hicieron bajar el vidrio para conminarla a entregarle el teléfono, eso es lo menos fatal, fatal fue verle la cara de terror a mi hija, tengo varias noches que me despierto con esa expresión, yo, su padre al lado de ella, impotente, no poder hacer nada, que de cosas me paso por la mente, arrancar, tirarle el carro encima, no uso ni tengo armas, solo un pensamiento: Dios que no se le ocurra sacar el arma que en forma agresiva, supongo tenia el que conducía, ya que no saco la mano del pecho en los segundo o minutos que duro el arrebato de un teléfono que trae todas las herramientas para no poder ser usado, pero ahora quien me quita a mi ver a mi hija con esa expresión de terror y a ella que cuando vamos en el carro y no puede sentir un ruido de moto al lado porque el sobresalto es mayúsculo, quien le devuelve a éste pueblo la tranquilidad y el desasosiego ?. Que proféticas fueron la palabras de quien siendo presidente de la república, en un discurso en Los Próceres, dirigiéndose a quien era en ese momento la Presidenta de la Corte Suprema, le dijo, palabras mas o menos: Ud. teniendo un hijo enfermo no saldría a robar ¿?. Este discurso recurrente en donde una parte, bueno es decirlo, no todos, ven en el que tiene a cuesta de su trabajo lo que les pertenece, porque un gobierno, un sistema le enseñó: que tu no tienes porque los de allá lo tienen, te lo quitaron, en vez de enseñar a trabajar y obtener por trabajo propio lo que desees, pero cuando lo que enseño es a dar dádivas sin que ellas sean producto del esfuerzo propio, creo grupos desfasados de individuos tarifados, que mas por obligación que por devoción, defienden lo indefendible. Si, pague el noviciado en Caracas, ya en Valencia, lo había hecho, nada escapa, todo está bajo el mismo manto: la impunidad y eso lleva a que las fechorías no se pagan, cuando un gobierno premia con un puesto paralelo a quien perdió en buena lid una alcaldía o una gobernación, y no premia el esfuerzo, al trabajo y al tesón, están creando una sociedad en donde las personas bajaran el testuz no por respeto, al estilo del sol naciente, sino por el peso del collar de tanta arepa, no por hambre sino por la compra de su conciencia. Es así, los MOTORIZADOS, y ahora lo copio en mayúscula no son todos, los hay y me consta gente trabajadora, honesta, padres de familia que con orgullo llevan, no su bozal, llevan el sagrado sustento de su familia, a ellos mi admiración, no es fácil “moticiclear las calles” , no es fácil el sol, no es fácil la contaminación, de verdad, creo que no es un trabajo fácil, entonces justo por eso, siendo ellos una tuerca de la economía, porque no hacen de su trabajo el merecer el respeto de la sociedad, porque tanta delincuencia dual en un vehículo de respuesta rápida ¿? Porque si el gobierno les abrió las puertas de Miraflores, no hacen uso de eso para ser colectivos de buen proceder? Porque no hay un gobierno de buen proceder. Porque no tienen un “ COCO “ que les hable en su lenguaje y les haga ver lo mejor que sería la sociedad si todos colaboramos por un país mejor ¡? A esos dos que con su intimidación y aprovechándose del estado de indefensión en que vivimos, quizás por ese discurso recurrente de violencia, les digo: No les deseo sentir, cuando sean padres, lo que yo sentí por mi hija, gracias por ser solo el teléfono, eso no tiene peso especifico en nuestras vidas, mi hija si lo tiene, nunca experimenten el terror ante una situación nada deseable a nadie. Hice referencia a la UCV por la actividad que mi hija cumple en sus aulas, pero también porque en éstos días pasados fue objeto de otro ataque de motorizados armados haciendo lo que siempre hacen amedrentar y colocar el sello del terror, siempre motorizados, una vez mas, lo manifiesto a los honestos padres de familia que perciben el sustento a través de esos vehículos, que cruel mente, en su momento, ideo el darles armas y poder bajo el adjetivo de colectivos?

martes, 4 de marzo de 2014

CON RESPECTO A LA (NO)CONMEMORACIÓN DEL AÑO, QUE DEBE SER EL PRINCIPIO Y FINAL DE SU MUERTE: GUSTAVO A. BECKER LO ESCRIBIO HACE AÑOS

>NO SON LOS MUERTOS No son los muertos los que en dulce calma la paz disfrutan de su tumba fria, muertos son los que tienen muerta el alma y viven todavia. No son los muertos, no los que reciben rayos de luz en sus despojos yertos, los que mueren con honra son los vivos, los que viven sin honra son los muertos. La vida no es la vida que vivimos, la vida en el honor, es el recuerdo. Por eso hay hombres que en el Mundo viven, y hombres que viven en el Mundo muertos

Palabras tras la muerte de Venezolanos, porque conmemorar el primer año del que debe ser el alfa y omega??

Muy Bueno una Realidad que conmueve y arrecha a la vez, pensando que aun entre las fuerzas militares y no militares aun defienden. Gloria a nuestros muchachos que han dejado su vida para que personas como nosotros podamos transmitir las angustias de un pueblo que aprendió a vivir en libertad y quiere vivir en libertad. Gloria a ellos. Gloria a las madres que los parieron gloria a Venezuela: Su Patria. Recordando: -Palabras de Hugo Chávez tras la muerte del Cardenal Castillo Lara: "Me alegra que haya muerto ese demonio vestido de sotana, ojalá se esté pudriendo en el infierno como se merece, sé que se retorcerá eternamente viendo avanzar la revolución.". -Palabras de Izarra, ministro de comunicación de Hugo Chávez, antes de la muerte de Franklin Brito: "Franklin Brito huele a formol".- -Palabras de Hugo Chávez tras la muerte del Ex Presidente Carlos Andrés Pérez: "Yo no pateo perro muerto. No habrá luto nacional porque hoy murió un corrupto, un dictador." -Palabras de Hugo a la madre de los Hnos. Fadoul cuando los asesinaron, "Deje la lloriqueadera y deje que esos muchachos descansen en paz". -Palabras de Hugo Chávez después de la tragedia de Amuay: "El show debe continuar". Lamentablemente muchas de sus frases formarán parte de esta etapa oscura de la historia de Venezuela, pero hoy se las recuerdo a quienes piden piedad, clemencia y por alguien que jamás tuvo ni piedad, ni clemencia, ni respeto por Dios ni por la vida humana, y mucho menos por los venezolanos. Y llamó a los Señores de la Oposición enfermos y sucios.Esta cadena tiene que seguir hasta llegar a quienes se llenan la boca diciendo que Chávez es el Corazón del Pueblo.Ahora mueren estudiantes por represión de la GNB armada, Maduro e Izarra dicen, e"sos muchachos eran terroristas, fiesta, que viva el carnaval."Por todo esto, no olvidaremos a nuestros caídos pidiendo un cambio, y la forma de honrarlos es no abandonando esta lucha, sigamos en pie, sigamos en las calles, aqui nadie abandona, el que persiste vence.