Todos los días debemos practicar gimnasia a nuestra memoria, no olvidar debe ser el lema. A partir del 18 de octubre del 45 Venezuela tiene su punto de partida hacia una nueva forma de hacer política, una generación que implementa un golpe de estado, se habré camino y allana la llegada de la dictadura, que bajo otro golpe, cívico-militar, hace que lleguen el poder político, social y económico, de quienes en gran parte protagonizaron los hechos del 45, Venezuela levanta la bandera de la democracia, gobiernos alternativos que en sus comienzos lograron llevar al país en un crecimiento innegable, pero dejaron una gran deuda social, deuda que no pagaron solo la aumentaron y ese es el caldo de cultivo populista que estamos viviendo. No olvidemos como las promesas se quedaron en el camino. Lo que Venezuela está padeciendo ahora es el producto de gobiernos democráticos que perdieron sus esencias básicas: lo social, el individuo, la gente, total : el común. Nos vendieron una idea que justamente calaba en la necesidad existente, en el deseo de que dentro de un espacio de libertades se tomara en cuenta al común, y sí, el pueblo respondió, y porque? por una necesidad de cambio que esta en la mente, en los bolsillos y en el estomago. Venezuela respondió y lo que los políticos no vislumbraron si lo hizo la izquierda internacional y voltearon sus miradas a éste país, en donde ideas aceptadas unas y rechazadas otras hace 40 años atrás, reapearecieron, protagonistas de los sucesos de la década de los sesenta si se dieron cuenta que tenían justo lo que querían y habían deseado. Esa es parte de nuestra tragedia. No olvidemos quien y quienes querían a Venezuela como cabeza de playa.
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